cada noche:
el aliento, bajo tierra
todo el invierno;
las palabras del pozo
en la excavada luz
de la sima
y el arroyo que suena.
Pasas.
Entre el miedo y la memoria,
el ágata
de tu paso se vuelve
carmesí
en el polvo de la niñez.
Sed: y coma: y hoja...
desde las brechas
de lo ya no sabido: el mensaje sin firmar
enterrado en mi cuerpo.
La ropa blanca
colgada en el tendal. El ajenjo
aplastado
en los campos.
El olor a menta
en las ruinas.
PAUL AUSTER, Poesía completa. Seix Barral. 2012. Pág. 87