viernes, 1 de junio de 2012

SIEMPRE ESTAMOS DE VUELTA


Siempre estamos de vuelta, y regresamos
tristes, como si nadie
nos esperara en el umbral del sueño.

Es destino del hombre: -caminante
que viene de una soledad y, a solas,
camina hacia otra soledad más grande.

Sólo Dios nos espera. Él sólo puede
saciar la sed de un corazón sin nadie.

Jesús Tomé, Hijo de esta tierra